Don
Alberto Reyes permitió a la OEM una visita a la fábrica en Ecatepec
. Actualmente, la empresa es dirigida por sus hijos: Elizabeth, Magdalena y Alberto júnior.
“La parte del golpeo (0.8 milímetros de espesor) es la de mayor calidad” en la materia prima principal, que es el
cuero de res
, indicó este hombre de boxeo. y recordó que fue el
18 de abril de 1945 cuando se usaron por primera vez los guantes Cleto Reyes
en una pelea de campeonato del mundo, en esta capital.
Fue el despegue definitivo de la que llegó a establecerse una marca ilustre. A los 70 años del narrado suceso que tuvo lugar el 24 de abril de 2015,
la Lotería Nacional para la Asistencia Pública emitió un billete para el sorteo del Premio Mayor
con la foto de don Cleto y los guantes que lo condujeron a la inmortalidad.
Uno se pregunta,
¿cuál es la clave del éxito de estos guantes?
“Calidad, servicio y precio”. Este lema es uno de los puntales que sostienen su prestigio, aunado a “respeto y honestidad” que Alberto Reyes proporciona a los clientes.
Pero el
que sean llamados “los guantes del nocaut”
no implica que don Alberto olvide la parte humana, que es tratar de causar el menor daño posible por los impactos conectados a la cabeza.
El cuero de cabra todavía se utilizó en los años 50 y 60.
“Actualmente, utilizamos
cerdas y espuma que nos permiten desacelerar el golpe
”, explicó.
El personal de la fábrica
labora en un clima de cordialidad y no es numeroso
. Esto explica que no exista fabricación de forma masiva y que haya una lista de espera de semanas o meses. El lema es “calidad a precios justos y razonables”. Sólo así pueden pagarlos la enorme mayoría de los boxeadores, generalmente de muy bajos recursos.
Con base en ese espíritu, desde julio de 2016
entregan equipo de boxeo gratuitamente a gimnasios al aire libre
o con necesidades.
Cada proceso de hechura es celosamente vigilado
. Los guantes reglamentarios de peso mínimo a peso welter son de ocho onzas o 226.8 gramos. Las costuras son de hilo alemán de poliester.
Los principios de los guantes son con fundamento en la industria zapatera, “los cuales acondicionamos para nosotros”, reveló Alberto, quien cursó un año de ingeniería mecánica en el IPN.
Igualmente se confeccionan guantes gigantes o simplemente de un tamaño mayor para coleccionistas de autógrafos,
Sin olvidar los guantes en miniatura
“para colgar en el espejo retrovisor” o aquellos con argollas que resultan llaveros de los más variados colores.