La comparativa entre la contraseña que escribe el usuario y el banco de datos de Google se produce en tiempo real y se desarrolla de forma plenamente codificada.
Por su parte, el navegador Firefox advierte desde fines de 2018 cuando se navega en una página que ha sido hackeada o en la que se ha registrado una fuga de datos. En la web aparece una notificación que informa sobre el momento y la dimensión del ataque o de la fuga. En este navegador no es necesaria la instalación de una extensión.
A diferencia del servicio de control de Chrome, el usuario tiene que comprobar él mismo sus datos de acceso. El servicio Monitor de Firefox es el que le consulta si la cuenta de un usuario aparece en una página hackeada.
Monitor se basa en un banco de datos del investigador en seguridad australiano, Troy Hunt, y ofrece una característica similar con el servicio “Have I been pwned?” (algo así como ¿me han pillado?).