El jueves 13 de septiembre por la noche, la Cámara de Diputados aprobó la Ley Federal de Remuneraciones a los Servidores Públicos que establece que nadie puede ganar más que el Presidente de la República.
Aquí tienes una breve guía de este importante decreto:
Una ley que regula las remuneraciones que reciben los servidores públicos y funcionarios, es decir fija un tope salarial. Elimina las prestaciones, jubilaciones, créditos, préstamos y anticipos no contemplados en la ley y los pagos no autorizados.
Al Poder Legislativo Federal, al Poder Judicial de la Federación, a los Tribunales administrativos, la PGR, la Presidencia y las dependencias federales. También va para organismos y empresas del sector paraestatal.
Nada que rebase el salario del presidente podrá ser legal. Así, toda percepción en efectivo o en especie, incluyendo dietas, aguinaldos, gratificaciones, premios, recompensas, bonos, estímulos, comisiones, compensaciones será un delito.
López Obrador afirmó que su sueldo será de 108 mil pesos, ese sería el tope.
Además ya no se concederán ni cubrirán jubilaciones, pensiones o retiro sin que estén asignadas por la Ley o un contrato colectivo laboral.
En su artículo 13, se establece que cualquier persona puede formular una denuncia por anomalías ante la instancia interna de control o disciplina.
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) será vigilante, fincará responsabilidades por daños y perjuicios, además de denuncias de hechos.
Si un funcionario autoriza sobresueldos, préstamos o créditos no autorizados, será inhabilitado y dependiendo la gravedad del ilícito, tendrá cárcel de 2 a 14 años y multas de 3 mil veces el salario mínimo
También aplicará la destitución e inhabilitación para desempeñar otro cargo de 6 meses a 14 años.
A legisladores, ministros, magistrados, jefes de gobierno, gobernadores y consejeros electorales, les tocará un juicio de político