La oficina de Naciones Unidas además señaló “con preocupación” la expedición de “varios decretos, circulares e instructivos” que permiten a las autoridades locales declarar toques de queda y contar con apoyo militar en caso de desmanes.
La organización llamó la atención también por mensajes “de procedencia no identificada” que “estigmatizan la protesta social” y otros que “llaman al uso de la violencia” en las movilizaciones.
Desde el fin de semana se han observado decenas de militares en calles del centro de Bogotá, por donde usualmente transitan los manifestantes, que a través de redes sociales denuncian una “militarización” para intimidar la protesta social.
Duque, quien tras año y medio en el poder parece debilitado, ha alertado de una supuesta campaña basada en “mentiras” para desatar la violencia.
Con su popularidad en rojo y un paulatino descontento social, el mandatario encarará marchas que tienen un abanico diverso de reivindicaciones y reclamos.
En este contexto, la autoridad migratoria ordenó el cierre temporal de las fronteras para evitar el ingreso de extranjeros que puedan “alterar el orden público y la seguridad” durante el gran paro convocado para hoy en contra el gobierno.
El gobierno informó que ha expulsado desde el pasado jueves a al menos 15 venezolanos que acusa de querer infiltrar las marchas contra el presidente, sin precisar el tipo de actividades que presuntamente planeaban.
La frontera de 2.200 kilómetros con Venezuela está cerrada desde febrero por orden del mandatario venezolano Nicolás Maduro, aunque por los puentes y pasos irregulares cruzan a diario caminando miles de personas para abastecerse, trabajar o estudiar.
El llamado paro nacional ha generado expectación por la convulsión social que, sin denominador común, sacude al continente en Ecuador, Chile y Bolivia.