EFE
Moscú.- El presidente de Rusia, Vladímir Putin, se mostró hoy por primera vez dispuesto a la posibilidad de abrir a otros países el tratado para la eliminación de armas nucleares de medio y corto alcance (INF en inglés) firmado en 1987 con EU, como exige el presidente estadounidense, Donald Trump.
“Existen algunos problemas con este tratado: no incluye a otros países que poseen misiles de medio y corto alcance”, admitió Putin en una reunión con la plana mayor del Ministerio de Defensa ruso.
“Pero nada impide comenzar las conversaciones sobre su inclusión en el tratado actual o empezar a abordar los parámetros de uno nuevo”, señaló Putin, un día después de que su ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, dijera que Moscú se opone a ello.
Trump, tras anunciar su intención de abandonar el INF, sostuvo que el tratado se ha quedado obsoleto, porque Rusia viola el acuerdo y porque otros países como China, Irán y Corea del Norte fabrican armas nucleares de rango medio y no forman parte del tratado.
El presidente de EEUU amenazó por ello con reforzar el arsenal estadounidense, pero China le respondió inmediatamente que no aceptará ningún “chantaje” en cuestión nuclear.
Putin calificó hoy las acusaciones de Trump de “infundadas” y aseguró que Moscú no viola el tratado sino que es EEUU que lo infringe directamente al desplegar elementos estratégicos del escudo antimisiles en Rumanía, como el sistema de combate Aegis, y al tener planes de estacionar sistemas similares en Polonia.
EU utiliza (…) acusaciones infundadas para decir que Rusia viola sus obligaciones bajo el INF cuando ellos lo han violado y durante mucho tiempo. Es un pretexto para retirarse unilateralmente del INF.
Sabemos desde hace tiempo del despliegue de sistemas de lanzamiento desde el mar en Rumanía y de los planes de desplegarlos en Polonia en un futuro cercano. Esto viola directamente el tratado, teniendo en cuenta que los sistemas empleados para lanzar este tipo de misiles desde el mar ahora están estacionados en tierra.
En este sentido, advirtió a EEUU de que “no habrá ninguna dificultad para diseñar misiles basados en tierra”, ahora prohibidos por el tratado, ni para “modernizar misiles de emplazamiento marítimo y aéreo para instalarlos en tierra”.