El gobierno federal ha tenido un silencio de 60 días y hace que las sospechas de que Morena o el gobierno tuvo algo que ver en el accidente, crezcan y que las dudas que tenemos sobre el hecho puedan confirmar que lo ocurrido no fue un accidente, sino un hecho planeado.
Cortés señaló que Martha Érika era una fuerte opositora a proyectos de la actual administración como el de la termoeléctrica en Huexca por lo que esto pudo haber sido una de las razones por las que su fallecimiento fuera “provocado”.
Asimismo, relacionó la muerte de la exgobernadora con la del activista Samir Flores, quien también se oponía a dicho proyecto por lo que de igual manera adjudicó su asesinato a Morena y al gobierno.
Tanto Martha Érika como Samir eran fuertes opositores del sistema que generaban incomodidad en Morena.
Recordemos que Martha no fue reconocida como gobernadora electa, dura 10 días en el cargo y muere. Quiénes son los beneficiados de su muerte, es más que obvio.