“Mami, mami, mami, no te vayas… mami quiero a mi papi” era el suplicio de numerosos pequeñitos que este lunes dieron inicio a una nueva etapa en su vida, la primaria, entre llanto, risas, nervios, derroche de emociones, abrazos y bendiciones, de papa, mama, hermanitos y hasta abuelitas, que los acompañaron, vivieron un día inolvidable.
Faltaba media hora para que el reloj marcara las ocho de la mañana, los estudiantes comenzaban a desfilar con rumbo a la primaria “José María Gaja” de Tampico, antes de entrar papa y mama les daban la bendición, mama revisaba una ves más la presentación del menor, acomodaba el moño en el peinado de la niña, anudaba los zapatos y enseñaba al niño a ponerse la corbata, le revisaba la camisa y daba un beso en la frente, estaban listos para su primer día de escuela.