El Tren Maya pretende generar infraestructura turística en las entidades de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, con una longitud de mil 500 kilómetros –habrá un total de 15 estaciones–, cuyo ferrocarril recorrerá de hasta 160 kilómetros por hora.
Algunos ambientalistas han manifestado su preocupación y hasta su rechazo al proyecto, así como algunas organizaciones sociales de la región, ante el impacto ambiental que se podría generar; sin embargo, la funcionaria del gobierno de Chiapas, enfatizó que “ya está devastado el sitio”.
Mencionó que desde el municipio de Palenque se ha obtenido graves procesos de degradación de los ecosistemas; por lo tanto, lo que sí se puede hacer es impulsar una gran restauración en la ruta del Tren Maya, para recuperar parte de lo que se ha perdido por diversos factores.
No se trata de estar felices con esta cifra del deterioro ambiental en Chiapas, pero ya no se puede perder masa forestal, hay que empezar a competir con el país y con el mundo en la restauración de los bosques y selvas para mejorar los servicios ecosistémicos y la capacidad de los suelos de la retención de la humedad.